El acoso laboral en España, de los más bajos de Europa

Al menos, lo es si creemos los datos de la cuarta encuesta europea sobre condiciones de trabajo, cuyos resultados (pdf) se han publicado hace poco. El gráfico es bastante elocuente.


Los datos se refieren a haber sido objeto de "bullying/harassment" (no sé cómo lo han traducido en la versión española) en los últimos doce meses en el centro de trabajo. Quizá varíe el entendimiento que se tiene del acoso en cada país, así como la relevancia y alerta social sobre el tema, como se indica en el informe. Las diferencias, de todos modos, son notables, y con otra redacción de la pregunta en una versión anterior de la encuesta, los países "líderes" fueron los mismos. España (ES) ocupa, como ven, el tercer lugar por la cola. Uf, una clasificación en la que no quedamos mal.

El informe tiene otro montón de averiguaciones de interés. Échenle un vistazo.

Los barómetros del CIS y sus preguntas sobre situación política (gráficos curiosos XLVI)

Aprovecho la publicación del barómetro de enero del CIS (y la "insistencia" de Embajador en el Infierno) para actualizar un gráfico que publiqué en octubre de 2005 y que desapareció de su ubicación original en uno de mis cambios de proveedor de Internet. Se trata de las series de autoubicación ideológica y de juicio sobre la situación política, que, como decía en aquella anotación, a mí me sirven para hacerme una idea de por dónde van los tiros de la intención de voto, incluso cuando no tenemos estimaciones de voto. He aquí el nuevo gráfico, con datos actualizados hasta enero de 2007 (ya saben, hagan click en él para ampliarlo).


Desde finales de 2005, los datos sugieren, primero, unos meses duros para el gobierno, en coincidencia con la discusión del Estatuto de Cataluña: situación política relativamente mal, ideología subiendo hacia la "derecha". Segundo, una recuperación fugaz de las fortunas del gobierno, coincidiendo con el fin de la controversia sobre el Estatuto y el anuncio de alto el fuego por parte de ETA. Tercero, la vuelta a juicios menos boyantes sobre la situación política, sin embargo, coincide, más bien, con caídas de la autoubicación ideológica hacia la izquierda, lo cual no dice mucho a favor de la oposición del PP. Por último, los datos de enero (si me ve Josu, comentando datos mensuales me mata), sugieren un mínimo deterioro del gobierno que no aprovecha la oposición: empeora el juicio sobre la situación política, "cae" la autoubicación ideológica. En realidad, esta vez tenemos la estimación de voto del CIS, que nos muestra a un PSOE por delante del PP, no mucho, pero por delante. Da la impresión de que para que el PP se ponga por delante, el juicio sobre la situación política debe de empeorar todavía más y la autoubicación ideológica subir bastante, como poco a los niveles de enero de 1996, niveles que sólo se han tocado esporádicamente en lo que llevamos de legislatura.

Ambivalencias de los españoles ante la política en el último barómetro del CIS

En el recién publicado barómetro de enero del CIS se encuentran algunas preguntas sobre la posición de los ciudadanos ante la política. Son interesantes de ver en conjunto, pues muestran un tono general de desapego hacia la política, con alguna pista de que el desapego no es tan grande.

La importancia de la política en la vida de la gente parece baja, con una media del 4,02 (en una escala del 0 al 10), muy por detrás de la familia (9,55), el trabajo (8,37), los amigos (8,06) o el tiempo libre (7,93), aunque más cerca de la religión (4,90) o las actividades asociativas (5,16).

Tampoco es tema de conversación muy habitual. Sólo un 13,6% dice hablar de ella a menudo con sus amigos (un 12,5% con sus familiares), a lo que, quizá, habría que añadir el 26,2% (28,6%) que dice hacerlo algunas veces. Tampoco son muchos los que leen las noticias políticas de los periódicos, ni las escuchan en la radio, aunque sí son muchos los que ven o escuchan noticias (y, por ende, también las políticas, se supone) en radio y televisión. Son muy pocos los que ven o escuchan en estos medios otros programas sobre política distintos de las "noticias".

El desapego o distanciamiento de la política se ve también en la cantidad de gente que está de acuerdo con ideas como las siguientes:
--los políticos no se preocupan mucho de lo que piensa la gente como yo (70,0%)
--esté quien esté en el poder, siempre busca sus intereses personales (68,9%)
--es mejor no meterse en política (53%, 28,3% en desacuerdo)

Y se comprueba en los sentimientos que inspira la política. A un 54,9% le inspira desconfianza, a un 31,7% le inspira indiferencia, a un 31,7% aburrimiento y a un 24,4% irritación. Los sentimientos positivos se ven menos inspirados: entusiasmo (4,0%), compromiso (13,8%), interés (21,5%).

Según esos sentimientos, no cabe esperar una amplia militancia en partidos políticos. Un 4%, de todos modos, dice pertenecer (1,3% participando activamente, 2,7% sin participar activamente), el porcentaje más bajo de pertenencia a la serie de asociaciones por las que se pregunta, quitando, claro, las juveniles o estudiantiles.

La prueba "definitiva" de la falta de interés en la política la tenemos con el nivel de conocimiento que muestran los encuestados acerca de los políticos que no son de primera fila, los ministros del gobierno, por ejemplo. Vean el siguiente cuadro.

	Lo valora	No conoce	NS	NC	No conoce + NS + NC
M. T. Fernández dlV	69,2	15,7	13	2,1	30,8
Alfredo Pérez R.	60,2	21,7	15,6	2,5	39,8
M. Á. Moratinos	55,7	24,7	17,2	2,4	44,3
Pedro Solbes	51,7	29,9	16,1	2,4	48,4
Jesús Caldera	47,5	33,1	17,1	2,3	52,5
Cristina Narbona	44,6	36,8	15,8	2,8	55,4
J. F. López Aguilar	37,9	42,8	16,6	2,8	62,2
José Antonio Alonso	38,7	43,5	15,4	2,4	61,3
Joan Clos	32,1	44,7	20,3	2,9	67,9
Mª Antonia Trujillo	35,0	44,7	17,5	2,8	65,0
Carmen Calvo	35,7	44,8	16,7	2,8	64,3
Elena Salgado	33,4	47,7	16,3	2,5	66,5
Jordi Sevilla	29,4	50,2	17,8	2,7	70,7
Magdalena Álvarez	29,9	50,6	17,2	2,3	70,1
Elena Espinosa	28,5	51,8	16,9	2,8	71,5
Mercedes Cabrera	23,9	57,3	16,1	2,8	76,2

No sólo son desconocidos ministros o ministras de nombramiento relativamente reciente, como Mercedes Cabrera, sino miembros del Consejo de Ministros que llevan ocupando su puesto desde 2004, como Magdalena Álvarez, Jordi Sevilla o Carmen Calvo.

Parecería que a la gente, esto de la política ni le va ni le viene. Obviamente, no es así. Votan en las elecciones y, en encuestas como ésta, reconocen el peso que tiene la política en nuestras vidas. Un 62,2% está de acuerdo con que "la política tiene una gran influencia en la vida de cualquier ciudadano", un juicio, por otra parte, bastante acertado, si tenemos en cuenta la gran cantidad de regulaciones de esa vida procedentes de instancias estatales.

Otra pregunta hace sospechar que las grandes reticencias (y desapegos) hacia la política no impiden que los ciudadanos españoles le hagan un huequito más bien grande en sus vidas. Puestos a definir qué entienden por "derechos de la gente", la puntuación (de 0 a 10) más alta se le da, aparentemente, a la definición siguiente: "que todos los ciudadanos tengan un nivel de vida adecuado" (9,21). De considerar esto como un derecho a solicitar la intervención estatal, esto es, política, que asegure ese nivel de vida adecuado no debe de haber ni dos pasos.

Miren, por otra parte, lo "poco" que valoramos otra definición, la de que "los ciudadanos puedan participar en actos de desobediencia civil cuando se opongan a las acciones del gobierno", un 6,63.

Por cierto, en la encuesta también hay cifras sobre participación en manifestaciones, que puede ser interesante cruzar por recuerdo de voto o ideología. Échenles un vistazo.

Vivir de la alarma social

A través de la revista Magisterio me entero de la publicación del trabajo "Vivir de la alarma social", de Mariano Fernández Enguita, catedrático de Sociología en la Universidad de Salamanca. Se trata de una amplia crítica a los informes sobre acoso (laboral, escolar) conocidos como "Cisneros" (Cisneros I, Cisneros II y así). Es una crítica muy sólida, en la línea de las que he efectuado yo en este blog (1, 2, 3, 4 y 5) o de la que publicó Topo Universitario en el suyo. Añade el ángulo del cui prodest?, es decir, a quién beneficia la alarma que generan informes que exageran la dimensión de los problemas. La respuesta es clara: a los propios autores de los informes, que se postulan no sólo como analistas del problema, sino especialistas en su solución, así como a los actores interesados que financian o patrocinan esos estudios, tales como los sindicatos de profesores. Léanlo, tiene poco desperdicio; además, está escrito con la suficiente mala leche (permítaseme la expresión) e ironía como para que la lectura no sea aburrida. Como prueba de ello, aquí les dejo su mejor hallazgo retórico: "no distinguen una muestra estadística aleatoria de una muestra de perfumería". Pues tiene razón.

ACTUALIZACIÓN (22 de febrero). Al parecer no funciona el vínculo al paper de Fernández Enguita. Deben de haberlo cambiado. Éste sí funciona.

Más encuestas sobre violencia doméstica contra varones

Athini Glaucopis, una de las lectoras y comentaristas de este blog, me recordó hace un par de días que hay más encuestas sobre violencia doméstica en las que se mide, no sólo su incidencia entre las mujeres, sino entre los varones. Es verdad, y son, sobre todo, del mundo anglosajón. Ella me ha recordado tres que yo desconocía. Son, como la que cité anteayer, muy reveladoras.

La primera es Family violence in Canada: a statistical profile, una encuesta que lleva haciéndose nada menos que desde 1998, y cuya última edición se llevó a cabo en 2004 (pdf). Se observa que los niveles de violencia sobre las mujeres son mayores, pero los declarados por los hombres no son pequeños, ni siquiera los de violencia física. Me llama la atención, especialmente, la tabla 1.7, en la que se recoge el abuso emocional: prácticamente, no hay diferencias entre el porcentaje de hombres y mujeres que reconocen haber sufrido comportamientos de abuso emocional a cargo de sus parejas en los últimos cinco años. También es llamativo el dato de la violencia doméstica en el último año a cargo de tu esposo/a o pareja/o de hecho, pues confirma lo que he comentado varias veces en el blog: el riesgo en pareja de hecho es claramente superior (tabla 1.6).

La segunda es una británica, con datos de 1996, recogidos en la publicación Domestic Violence: Findings from a new British Crime Survey self-completion questionnaire (pdf). También es muy interesante, mostrando, de nuevo, que los varones no se van de rositas en las relaciones de pareja. Tiene un párrafo que, a mi juicio, sintetiza lo que, en realidad, ocurre con la violencia doméstica desde el punto de vista del sexo de las víctimas, y no sólo en Reino Unido, sino en cualquier sitio:

In the event, the CASI method found relatively high levels of male victimisation, to the extent that men appear to be at equal risk to women of domestic assault (4.2% of both sexes reported an assault in the last year). But, as discussed in Chapter 5, women’s chances of serious assault are greater than men’s, on average. And, as shown in Chapter 3, women are far more likely than men to be repeatedly assaulted." (p. 28)

Es decir, el riesgo de se agredidos puede aproximarse, según algún indicador, al de las mujeres, pero, como muestran las estadísticas de mujeres y varones fallecidos a manos de su pareja o ex-pareja, los ataques graves son más frecuentes contra las mujeres, y la frecuencia de los ataques es mayor contra las mujeres. En definitiva, los varones somos más violentos y más dañinos, pero no los únicos violentos.

La tercera es estadounidense, la National Violence Against Women Survey, llevada a cabo en 1995/96, y cuyos principales resultados, publicados en el año 2000, se recogen en el texto Extent, Nature, and Consequences of Intimate Partner Violence (pdf; el informe completo también está disponible). Con esta encuesta se ve cómo son bastantes más las mujeres que los varones que han sufrido, a lo largo de su vida, violencia a manos de su pareja (22 frente a 7% en el caso de violencia física), pero el porcentaje de las y los que la han sufrido en el último año es muy parecido (1,3 vs 0,9%). También hay algunos datos curiosos sobre parejas del mismo sexo, a los que merece la pena echar un vistazo.

Me permito añadir una cuarta encuesta, también del mundo anglosajón, la Personal Safety Survey (pdf) australiana de 2005. En ella se comprueba cómo un 2% de las mujeres habría sufrido violencia a manos de su pareja actual, frente a un 1%, mientras que un 15% de las mujeres la habrían sufrido a manos de una pareja anterior, frente a un 5% de los varones.

En España, como me comenta Athini, ha sido Joaquín Leguina uno de los pocos partícipes destacados de la discusión pública en recordar este tipo de datos, además de alguna asociación de padres separados cuya página web ahora no encuentro. Mi fuente principal para el mundo anglosajón, como saben, es Wendy McElroy, feminista individualista, víctima de la violencia doméstica y editora de ifeminists.com.

No sé si este tipo de encuestas se llevan a cabo en la Europa continental. Desde luego, no se aplican en España. Pues quizá vaya siendo hora.

Una encuesta sobre violencia doméstica en el Reino Unido: también los varones la sufren, pero menos

Buscando otras cosas, me he topado con una encuesta de YouGov, recién publicada, sobre violencia doméstica en el Reino Unido. Tiene un interés principal: que se pregunta tanto a varones como a mujeres si han sido objeto de violencia por parte de sus parejas, algo inhabitual en este tipo de encuestas, que suelen estar centradas en las mujeres. Vean en el siguiente cuadro los datos principales sobre esas conductas violentas.


Son más las mujeres que han sido agredidas físicamente alguna vez por su pareja (no necesariamente la actual), pero no son pocos los hombres que también lo han sido (29 vs 16%), si bien es cierto que la frecuencia parece mayor en el caso de las mujeres. Las agresiones psíquicas o verbales también son más abundantes en las mujeres (45%), pero llega a reconocerlas un 26% de los varones.

Más adelante en la encuesta, una vez preguntados por lo que entienden por violencia doméstica, se les pregunta a los encuestados si alguna vez la han sufrido.

Como se ve, el porcentaje de los que dicen sufrirla en su relación de pareja actual es igual para mujeres que para varones (5%), aunque convendría saber cuántas mujeres y cuántos varones viven en pareja para estimar la incidencia y poder comparar mejor. En relaciones anteriores, las mujeres han sido víctimas en mayor proporción (25 vs 12%).

Echen un vistazo a los demás resultados. También son de interés.

La diferencia en el número de parejas sexuales entre varones casados y emparejados de hecho no es tan grande

Vimos el otro día que las mujeres casadas y las que vivían en pareja de hecho se diferenciaban bastante según el número de parejas sexuales (varones) que habían tenido a lo largo de la vida. Los varones también se diferencian en el mismo sentido: han tenido más parejas los que viven en pareja de hecho que los que están casados. Sin embargo, las diferencias no son tan nítidas como en el caso de las mujeres. Vean.

España, 2003. Varones heterosexuales: número de parejas sexuales (mujeres) a lo largo de la vida, según convivan en pareja de hecho o estén casados, por edad
	Pareja de hecho (varón soltero)	Matrimonio
18-24 años
Con una mujer	27	36
Con dos	11	7
Con tres o cuatro	24	21
Con cinco a nueve	21	14
Con diez o más	15	21
No consta	1
N	107	14
25-29 años
Con una mujer	21	40
Con dos	12	9
Con tres o cuatro	26	18
Con cinco a nueve	21	12
Con diez o más	19	19
No consta	1	2
N	136	137
30-34 años
Con una mujer	13	27
Con dos	6	17
Con tres o cuatro	20	20
Con cinco a nueve	25	15
Con diez o más	34	18
No consta	2	3
N	96	414
35-39 años
Con una mujer	17	31
Con dos	11	14
Con tres o cuatro	15	21
Con cinco a nueve	13	13
Con diez o más	43	16
No consta		4
N	53	562
40-44 años
Con una mujer	7	30
Con dos	7	15
Con tres o cuatro	24	22
Con cinco a nueve	14	15
Con diez o más	48	14
No consta		3
N	29	567
45-49 años
Con una mujer		33
Con dos	8	15
Con tres o cuatro	15	16
Con cinco a nueve	38	16
Con diez o más	31	17
No consta	8	3
N	13	526
Fuente: elaboración propia con datos de la Encuesta de Salud y Hábitos Sexuales del INE, www.ine.es.

Si comparamos a los emparejados de hecho con los casados en el grupo de edad que distinguimos el otro día, el de 30-34 años, se ve que los casados que sólo han tenido una pareja son sólo el 27%, más que el 13% de los emparejados, pero con una diferencia mucho menor que la que vimos en el caso de las mujeres (58 vs 21%).

Descontando la exageración habitual de los varones en este tipo de encuestas, así como el uso de servicios de prostitución, está claro que los varones son más promiscuos que las mujeres, independientemente de su situación de convivencia actual. Lo interesante es que, de todos modos, esa promiscuidad varía algo con dicha situación, de modo que los casados han sido más "buenos chicos" que los emparejados de hecho. Como en el caso de las mujeres, pero menos.

Por cierto, que se me olvidó el otro día, que estos datos confirman (o no desmienten, como prefieran) la hipótesis que formulé al respecto cuando se publicaron las primeras tablas de esta encuesta. Para una medalla que se puede colgar uno...

Un nuevo informe sobre violencia escolar: no parece que vaya a más

La revista Magisterio tiene la primicia del nuevo informe sobre violencia escolar del Defensor del Pueblo. Este informe está basado en una encuesta a alumnos de ESO y profesores similar a la aplicada en 1999, y cuyos resultados pueden encontrarse aquí. La metodología está bien explicada y parece sensata. Los autores no elaboran ningún índice de acoso o violencia escolar, sino que, simplemente, reflejan las frecuencias con que se dan determinadas conductas. Mejor, pues ya sabemos los problemas que tiene la elaboración de ese tipo de índices.

De lo que publica Magisterio, lo que más me llama la atención es que, entre el año 1999 y el año 2006, no parecen haber aumentado los niveles de violencia escolar. Más bien, se han reducido, sobre todo en sus vertientes menos graves; en las más graves, no podemos decir mucho, porque las diferencias no son significativas--pero eran frecuencias muy bajas, de todos modos. En el siguiente cuadro, extraído de la publicación de Magisterio se ve muy claro.



Seguimos teniendo el problema de qué cabe considerar maltrato o violencia y cómo cabe interpretar algunas de las conductas entendidas como de violencia o maltrato, pero, al menos, contamos con una medida bien tomada y repetida con varios años de diferencia. Menos da una piedra. No dejen de leer el texto de Magisterio, que contiene mucha información.


ACTUALIZACIÓN (6 de febrero): el Defensor del Pueblo publicó ayer el informe. Está disponible (pdf, 4,7 Mb) aquí.

Otra diferencia entre matrimonios y parejas de hecho: el número de parejas sexuales de las mujeres

Es sabido que, más allá de las diferencias de status jurídico, entre los matrimonios y las parejas de hecho (me refiero, en ambos casos, a los heterosexuales), se dan diferencias en las características demográficas (edad, diferencia de edades) y socioeconómicas de los miembros de la pareja (nivel de estudios, situación laboral...). Es decir, no es exactamente el mismo tipo de personas los que acaban casándose que los que conviven en pareja de hecho. De las diferencias de edad me ocupé hace unos meses.

Hoy me ocupo de una diferencia que no se suele tratar en los estudios que comparan ambos tipos de uniones: una de costumbres, en este caso, sexuales. Con los microdatos de la Encuesta de Salud y Hábitos Sexuales del INE (2003), cruzando unas cuantas variables, puede elaborarse el siguiente cuadro (palabrita del Niño Jesús; si no lo creen, pueden comprobarlo ustedes mismos: los datos están aquí).

En él se incluyen las mujeres de 18 a 49 (el rango de edad del que se ocupa la encuesta) que han tenido alguna relación sexual a lo largo de su vida (se excluyen, por tanto, las pocas que no las han tenido). Compara las mujeres que viven en pareja de hecho (conviven con pareja + estado civil: soltera; no incluyo las separadas o divorciadas, son muy pocas en esta encuesta) con las que viven en matrimonio (conviven con pareja + estado civil: casada; alguna habrá que conviva con alguien que no es su marido, pero supongo que serán poquísimas y no alterarán los resultados) según el número de varones con quienes han tenido relaciones sexuales completas a lo largo de su vida, para distintos tramos de edad.

España, 2003. Mujeres: número de parejas sexuales a lo largo de la vida, según convivan en pareja de hecho o estén casadas, por edad
	Pareja de hecho (mujer soltera)	Matrimonio
18-24 años
Con un hombre	45	70
Con dos	15	10
Con tres o cuatro	23	10
Con cinco a nueve	11	4
Con diez o más	5	6
No consta	1
N	219	64
25-29 años
Con un hombre	32	61
Con dos	25	22
Con tres o cuatro	26	12
Con cinco a nueve	10	4
Con diez o más	6	1
No consta	1	0
N	255	436
30-34 años
Con un hombre	21	58
Con dos	15	20
Con tres o cuatro	38	13
Con cinco a nueve	18	6
Con diez o más	7	2
No consta		1
N	182	967
35-39 años
Con un hombre	22	66
Con dos hombres	26	15
Con tres o cuatro	22	12
Con cinco a nueve	15	4
Con diez o más	15	3
No consta		1
N	100	1285
40-44 años
Con un hombre	23	70
Con dos	15	14
Con tres o cuatro	27	10
Con cinco a nueve	19	2
Con diez o más	15	2
No consta		1
N	57	1291
45-49 años
Con un hombre	35	82
Con dos hombres	12	8
Con tres o cuatro	24	5
Con cinco a nueve	18	2
Con diez o más	12	1
No consta		1
N	30	1138
Fuente: elaboración propia con datos de la Encuesta de Salud y Hábitos Sexuales del INE, www.ine.es.

Como se puede comprobar, las mujeres que conviven en pareja de hecho han tenido a lo largo de su vida más parejas sexuales que las que conviven en matrimonio, independientemente de su edad. Por ejemplo, en el tramo de edad de 30 a 34 años, un 58% de las casadas ha tenido relaciones sólo con un hombre (se supone que su marido), mientras que tal caso sólo se da en un 21% de las que viven en pareja de hecho. Por contra, en ese mismo tramo de edad, entre las casadas, apenas un 21% ha tenido tres parejas o más, frente a un 63% de las que viven en pareja de hecho.

Las hipótesis de esta diferencia se las dejo a ustedes, lectores. Mañana, quizás, los datos para los varones.